miércoles, 8 de mayo de 2013

UTOPIA




Las utopías han existido desde siempre, el ser humano dada su naturaleza tiene tendencia a imaginar o idear cómo será su entorno en un futuro aunque la mayoría de las veces lo crea irrealizable.
El término proviene del nombre que Tomás Moro dio a la isla de su libro De optimo reipublicae statu, deque nova insula Vtopiae (Del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía) publicado en 1516. En ella se presenta una sociedad con una política, cultura y economía que contrasta con la propia de la época de forma similar a lo que hizo Platón en los años 370 a.C. con su libro La República.


Giovanni Battista Piranesi a mediados del siglo XVIII ya publicaba sus estampas y grabados de Prisiones (Carceri d'Invenzione, 1745-1760) en los que podemos ver escenarios fantásticos y futuristas con innumerables escaleras y recorridos elevados que influirán en la percepción social relacionando estos elementos con la ficción, junto con la concepción de elevarse hasta el infinito de la Torre de Babel bíblica.

Con la Revolución Industrial y la Era de las Máquinas las personas empezaron a imaginarse un mundo rodeado de los nuevos artefactos que aparecían cada vez más optimizados. Esta fascinación por el avance de la ciencia fue la que llevó a escritores como Julio Verne y H. G. Wells a inspirarse en ella y transformar estas ideas en literatura. Aunque muchos otros ya imaginaban y relataban escenarios fantásticos en sus novelas se puede decir que ambos han sido los padres de la ciencia ficción como la conocemos hoy.
El término fue acuñado por Hugo Gernsback quien en la revista Amazing Stories en 1926 ya escribió con consciencia plena de lo que significaba la ciencia ficción: 
“Extravagante ficción hoy… realidad mañana”.

Arquitectónicamente, las utopías han sido un punto importante de la arquitectura moderna. Desde las imágenes de la arquitectura de contrastes del Constructivismo Ruso a La Cittá Nuova de Sant’Elia (1913-1914) que se basaba en el manifiesto futurista que aunaba velocidad, máquinas y gran escala. Ya se introducía una arquitectura temporal y transformable: 
“Las casas durarán menos que nosotros. Cada generación tendrá que fabricarse su propia ciudad. Esta constante renovación del ambiente arquitectónico contribuirá a la victoria del futurismo”.
Incluso los grandes maestros de la arquitectura se atrevían a augurar y presentar propuestas de futuro. Lo Corbusier con su Plan Obús, Frank Lloyd Wright con su Broadacre City, Hilberseimer con su Ciudad Vertical, etc.

Hugh Ferris y Harvey Wiley Corbett son otros arquitectos que en los años 20 dibujaron y predijeron como serían los skylines del futuro. Estos dibujos publicados en el libro The Metropolis of Tomorrow (1929) influenciaron toda una cultura popular que va desde la contemporánea película patrimonio de la humanidad Metrópolis de Fritz Lang a los escenarios de la ciudad de Gotham en los cómics de Batman.

En los años 50 aparece el Independent Group (IG) liderado por Alison & Peter Smithson en el que varios artistas aunaban ciencia ficción, Bellas Artes y cultura popular. Y más tarde aparecerían una serie de jóvenes grupos de vanguardia con ideas utópicas de la ciudad y su arquitectura:
Metabolistas (Japón) que proponían un urbanismo de cápsulas a gran escala, flexible y de crecimiento orgánico. Archigram (UK) con tres proyectos esenciales The Plug-In City (Peter Cook), The Walking City (Ron Herron) y The Instant City (Jhoana Mayer). El pintor Constant Nieuwenhuys (Amsterdam) que colabora con Aldo Van Eyck en la teoría del colorismo espacial además de aportar su propuesta de sociedad conocida como New Babylon. Además de otros como Ant Farm y EAT (EEUU); Archizoom, UFO y Superstudio (Italia); Coop Himmenblau, Haus-Rucker Co. y Missing Link (Austria); Utopie (Francia); etc.



Estas ideas dieron lugar a una serie de proyectos descomunales que John W. Cook y Heinrich Klotz definirían en Megaestructuras. Futuro urbano del pasado reciente (Reyner Banham) como: 
“una masa arquitectónica colosal, a superescala y de usos múltiples”. 
Como titula Nieves Fernández Villalobos en uno de los capítulos de su tesis Utopías Domésticas. La casa del futuro de Alison & Peter Smithson: DEL SUEÑO VERTICAL AL FUTURO HORIZONTAL.
La mayoría de las propuestas hasta le fecha tenían una gran componente vertical y no es hasta la llegada de Yona Friedman con La arquitectura móvil (1956) y Utopías realizables (1975) cuando el urbanismo espacial y móvil se formaliza a un hecho mas realista que influyó principalmente en Moshe Safdie, K. N. Kurokawa, Kenzo Tange, Arata Isozaki y Archigram. Incluso el Plan Obús de Le Corbusier y la sección tipo del Golden Lane de A&P Smithson se asemejan al bloc à l’enjambeé de Yona Friedman.
A raíz de esta contención de las propuestas en busca de una utopía más realizable surgen los Mat-buildings. Candilis, Josic & Woods lo pusieron en práctica en su Freie University. Los Smithsons fantasearon con llevar estas propuestas la ciudad en su proyecto para la ciudad de Kuwait y los mismos Candilis, Josic & Woods en el concurso para la reconstrucción del centro de Frankfurt.


Todas las propuestas utópicas han aportado algo importante a la arquitectura, tipos de relaciones, movilidad, transformación y flexibilidad, etc. Todos parten de unas premisas superiores con la intención de cambiar el mundo actual que junto con la influencia de la ciencia ficción, la era de la máquina y posteriormente la del  plástico da lugar a resultados que podemos relacionar más con modelos futuristas que actuales.
No obstante hay puntos en los que realidad y ficción se entrelazan. ¿Cómo si no es posible que algunos interiores de la Nakagin Capsule Tower de Kurokawa inspiraran a películas posteriores como El quinto Elemento o Moon? ¿Quién dice que las actuales ciudades de Chicago o Nueva York no son más impresionantes que los escenarios de Metrópolis?

La diferencia temporal entre las utopías tecnológicas y su materialización física esta siendo cada vez menor y los avances son sorprendentes.
Las pantallas actuales no tienen nada que envidiar a las que aparecen en Minority Report y dentro de poco hasta podremos probar los Google Glass y sentirnos como Robocop o Terminator.

Todo esto es posible porque alguien una vez propuso una utopía, probablemente sin mucha convicción de que fuera posible. A pesar de ello, otros se encargaron de investigar y encontrar la forma de mostrarlo a la sociedad y hacerlo posible. Se podría decir que las utopías han sido desde siempre el motor de avance y progresión de nuestro mundo.

Como dijeron Peter Cook y M. Weeb: 
“Realmente, no quiero predecir cómo será en detalle el mundo del futuro, ya que es imposible […] Con las imágenes solo quiero sugerir, como el pintor o el poeta, un mundo diferente”

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